domingo, 24 de febrero de 2013

¿Hacia dónde va la economía?



Debo confesar que soy un adicto a Wall Street. Desde los tiempos en los que las transacciones se hacían colocando órdenes por teléfono, allá por los años 90, siempre he sido un participante activo en el mercado: Disfruté de la exuberancia de la bolsa durante la década de los noventa. Me escapé del desplome causado por la crisis de las compañías ‘punto com’, a principios de siglo, gracias a las oportunas declaraciones de Alan Greenspan. Sufrí la caída del mercado como consecuencia del acto  terrorista de las torres gemelas. Disfruté del auge que siguió ocasionado por la exuberancia inmobiliaria. Me escapé nuevamente de la crisis de 2008, gracias a que estaba cantada y a que importantes economistas a quienes hoy en día sigo en Twitter la anunciaban sin reparos (Rubini, Wiedemer, Stansberry y muchos otros). He saboreado la recuperación del mercado, a partir de marzo de 2009… La he degustado con placer hasta el momento en el que, por obra y gracia de los economistas que sigo, advertí que lo que está ocurriendo en la economía global es una gigantesca burbuja que en algún momento va a explotar y que puede afectar a todo el mundo. Es por ello que quiero alertar a mis lectores, particularmente a aquellos que mantienen inversiones en los mercados financieros. 

Vemos algunos hechos:

·         Los Estados Unidos no han resuelto sus problemas del abismo fiscal. Lo que hicieron en enero apenas fueron unos pañitos de agua tibia. En los próximos meses tendrán que abocarse a resolver tres problemas de grandes magnitudes: a) el techo de la deuda pública, b) el recorte automático de gastos que debía iniciarse en enero de 2013, y 3) la aprobación del presupuesto definitivo. Por supuesto, no podrán resolverlos todos y tendrán que posponerlos, lo cual empeorará el panorama económico global.
·         La recesión de la eurozona no cede sino que, por el contrario, empeora. Se profundizó en el último trimestre de 2012. Incluso Alemania mostró resultado negativo.

·         La economía japonesa se contrajo por tercer trimestre consecutivo y China sigue mostrando desaceleración y cifras poco confiables.
·         Por último, la OECD (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) reportó un decrecimiento del 0.2% durante el último trimestre. Este dato es muy significativo, puesto que esta organización incluye a las economías más poderosas del mundo.

·         A nivel local, la situación no es nada diferente. El sector industrial no creció en 2012 y muestra debilidad en los meses iniciales de 2013. Lo cual está obligando al Banco de la República a seguir con su estrategia de bajar las tasas de interés en un intento de estimular el consumo interno y de ayudar al sector a ser más competitivo.

Y mientras lo anterior ocurre en la economía real, la economía virtual (mercados de valores) continúa su indetenible crecimiento impulsada por los genios de MIT (presidentes de los bancos centrales de las grandes economías), que emiten dinero inorgánico (respaldado con aire) a manos llenas.

¿Tendrá resultado positivo el ensayo que están haciendo los directores de los bancos centrales, y los mercados seguirán creciendo indefinidamente con base en permanentes emisiones de papel moneda? Muchos y reputados expertos piensan que no y que, tarde o temprano, la burbuja explotará. Yo estoy con estos últimos y mantendré esta posición hasta que  la burbuja explote o hasta que me convenza de que lo que está ocurriendo es sostenible.

Mi sugerencia para mis amigos lectores es que se mantengan atentos a las tendencias de la economía y que tomen previsiones, que se preparen para el caso de que el desenlace de la economía global se presente negativo.
Para los que no estén convencidos de que es necesario prepararse, les sugiero analizar la situación de la manera que lo propongo en mi libro “Prepárese que viene el lobo”.

¿Prepararse o no prepararse?… ¡Esa es la cuestión!

El análisis propuesto consiste en una matriz de cuatro cuadrantes, que reproduzco a continuación y que trata de dar respuesta a los siguientes interrogantes:

1)    Cuál será la consecuencia de que la crisis SI ocurre y usted SÍ estaba preparado.
2)    Cuál será la consecuencia de que la crisis SI ocurre y usted NO estaba preparado.
3)    La crisis NO ocurre y usted SÍ estaba preparado.
4)    La crisis NO ocurre y usted NO estaba preparado.


-¿Cómo prepararse?

La mejor forma de hacerlo es educándose financieramente, con lo cual podrá tomar mejores decisiones para lo que pueda ocurrir. La ventaja de ello es que también lo ayudará a mejorar su vida financiera en el caso de que la anunciada crisis nunca ocurra. De todas maneras la educación financiera le permitirá mejorar su vida económica.

lunes, 4 de febrero de 2013

Enero, un muestrario de lo que será el año en la bolsa


"As January goes, so goes the rest of the year"



De acuerdo con información tomada del “Stock Trader´s Almanac” el mes de enero parece ser un buen barómetro de lo que pueda ocurrir el resto del año en el mercado de valores de Wall Street y, por ende, del mundo. El inexplicable indicador solamente ha fallado en siete oportunidades desde 1950 hasta 2012. Este comportamiento le da un récord realmente asombroso de precisión. Se trata de que ha acertado en el 87% de los casos. Y los años en los que falló hubo razones de peso para ello: la guerra de Vietnam en 1966 y 1968, el caso de las torres en septiembre 2001,  la guerra de Irak en 2003, etc.

El mes que acaba de transcurrir, con su 5% de incremento, es el mejor enero que ha mostrado el índice S&P desde el año 1997, cuando este subió el 6.1%. Probablemente muchas personas interesadas en los mercados financieros recordarán la fantástica época de la fiebre de las compañías “punto com” que se lanzaban a los mercado de capitales y al poco tiempo adquirían unas valoraciones exorbitantes, fuera de toda lógica. Era algo parecido al caso Facebook, pero con miles de empresas simultáneamente, que crecían como la espuma en los mercados de valores,  pero que no tenían ningún sustento real sobre el cual apoyarse. Por supuesto, ocurrió lo que tenía que ocurrir: la debacle financiera de principios de siglo.

Dicen que la historia se repite. ¿Estaremos viviendo un momento similar?

De cumplirse lo mostrado por el indicador durante enero de este año, tendríamos en 2013 un comportamiento parecido a lo que fue el período 1995 -1999, cuando el mercado creció a un ritmo del 20-30% anual. ¿Es posible? ¡Por supuesto que sí lo es!..., pero lo veo poco probable. De acuerdo con indicadores más racionales, basados en hechos concretos de la economía real, las bolsas de valores parecen ser una bomba de tiempo que podría explotar en cualquier momento… La recesión europea continúa, los resultados del PIB de los Estados Unidos en el último trimestre muestran que a pesar de las ingentes cantidades de dinero que se han volcado sobre el mercado, este no se recupera al ritmo que se esperaba; la situación del sistema financiero japonés es insostenible. Mientras que China, el motor de la economía mundial durante los últimos años, muestra signos de desaceleración.

Exuberancia irracional” llamó el anterior presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, a la citada época de la década de los 90. La misma que parece que estamos viviendo actualmente.
Mi sugerencia para los inversionistas es la cautela en sus movimientos. No dejarse llevar por la euforia de un mercado que crece y crece a un ritmo desaforado sin tomar en cuenta la realidad de la economía. ¡Cautela!

Y otra sugerencia para aquellos seguidores que no hayan leído mi libro “Prepárese que viene el lobo”… ¡es hora de hacerlo! El libro contiene recomendaciones sobre algunas de las medidas que es preciso tomar en preparación para la posible recesión que podría llegar a convertirse en depresión.