viernes, 29 de junio de 2012

Hablemos sobre acciones

Una apreciada lectora (jpinofoto) hace el siguiente comentario con respecto a las publicaciones recientes sobre las acciones que suben y las que bajan: - "¡Muy interesante!, pero… ¿podría explicar mejor el concepto de administrar acciones?"
Pecando de simplista, trataré de explicar el concepto comenzando por lo más básico. Espero que los lectores que ya tengan un conocimiento más avanzado sobre el tema, sepan disculparme.

¿Qué son las acciones?


Las acciones son las unidades de participación que tienen las personas que desean asociarse para montar un negocio o una empresa.
Así, por ejemplo, si dos amigos, digamos, Pedro y María se unen para montar un negocio, deberán hacer un documento de iniciación en el cual determinarán a cuántas acciones corresponde la inversión que están realizando. Pueden, por ejemplo, empezar con un capital de $10.000 y definir que cada acción vale $1. De esta manera, la empresa se inicia con 10.000 acciones. Supongamos que el negocio prospera, las ventas aumentan y las ganancias fluyen por borbotones. Cinco años más tarde, el balance muestra que el valor de la empresa ha aumentado a $1.000.000, con lo cual, el valor de cada acción sube proporcionalmente a $100.

Conversión de la empresa de privada a pública

Supongamos que el potencial de la empresa es tan promisorio que atrae inversionistas interesados en comprarla para sacarla a la bolsa de valores. En principio Pedro y María no están interesados en venderla, pero cuando los inversionistas (un banco de inversión especializado en asesorar empresas que quieran incursionar en la bolsa de valores) les muestran los detalles de la transacción, entonces deciden aceptar la propuesta. Los representantes del banco de inversión les dicen que, con base en el estudio de mercado que han realizado, han encontrado que, dada la cantidad de gente (fondos de pensiones, aseguradoras, personas naturales, etc.) que estaría interesada en participar en invertir dinero en la empresa, esta podría venderse por $3.000.000, es decir tres veces su valor real. Los dueños, con la asesoría del banco de inversión, realizan todos los trámites legales necesarios para colocarla en la bolsa de valores. Una vez colocada toda la transacción, el precio de cada acción queda establecido en $300.
¡Observen que el precio de la acción se triplicó, de la noche a la mañana!
Pero el nuevo precio tiene una vida muy corta. A partir de que la acción queda registrada en la bolsa, adquiere vida propia. Su nueva identidad queda representada por un símbolo (“C” para Citigroup, “K” para Coca-cola, AAPL apara Apple, etc.) y el precio empieza a fluctuar permanentemente, de acuerdo con la ley de oferta y demanda.
Concepto fundamental: El precio de las acciones en la bolsa de valores es un precio virtual, diferente del valor real de las acciones en libros. En el caso anterior, por ejemplo, las acciones en libros siguen manteniendo un precio de $100, pero en la bolsa su precio variará permanentemente; la mayoría del tiempo por encima del precio real, pero en tiempos de crisis bajarán muy por debajo de este.

¿Qué es lo que hace que el precio de las acciones suba o baje?

Las expectativas hacen que las acciones suban o bajen

“Las expectativas”.
Las expectativas mueven la oferta y la demanda. Si la mayoría de los inversionistas interesados en una determinada acción piensan que esta va a subir, entonces la compran con la esperanza de obtener una ganancia; si piensan que va a bajar, entonces la venden. Si el volumen de oferta es mayor que el de demanda, las acciones bajan… y viceversa. Es lo mismo que vender cualquier otro producto.

¿Cómo se generan las expectativas?

Por información (anuncios, noticias, rumores). A nivel general, los precios de todas las acciones son afectados por información referente a la economía global (ej: problemas económicos de Europa, declaraciones de reconocidos personajes, actuaciones de los bancos centrales, etc.) A nivel particular, los precios de sectores (petrolero, automotor, tecnológico, etc.) o de acciones individuales fluctúan por noticias positivas (aumento en las ventas y/o ganancias, aumento de distribución de dividendos, negocios exitosos, nuevos productos novedosos, etc.) o negativas (no alcanzan los volúmenes de ventas o ganancias esperadas, fracaso de alguno de sus productos en el mercado, reducción de dividendos, etc.). Y, ahora sí llegamos al punto de responder la pregunta inicial:

¡Cómo administrar las acciones! …

Pero eso lo veremos en un artículo posterior… por hoy, ¡ya me extendí demasiado!

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