EL PARADIGMA DE LA LIQUIDEZ PERMANENTE
Nunca debes decir "no tengo plata" |
Las empresas no quiebran porque sus
estados de ganancias y pérdidas estén en rojo. Quiebran cuando tienen problemas
de liquidez. Una organización puede aguantar mucho tiempo operando a
pérdida y seguir sobreviviendo. Pero cuando pierde la capacidad de generar
dinero para pagar la nómina y atender los compromisos del día a día, es
entonces cuando la situación se hace inmanejable y tiene que cerrar sus puertas.
La familia es una
empresa, la empresa básica de la sociedad. El papá financiero (él o ella) es el
gerente de la misma y su responsabilidad es la de mantener estricto control de
las finanzas para hacer que nunca falte el dinero disponible para los gastos
corrientes, es decir el dinero líquido. Para lograrlo, deberá administrarse a
través de un presupuesto que le permita anticipar los ingresos y los egresos de
los próximos meses. Eventualmente tendrá que hacer algunos sacrificios:
postergar el reemplazo del carro o la pintura de la casa, reducir el
presupuesto de las vacaciones o abstenerse de realizar algún gasto no esencial.
Se requiere autocontrol y disciplina para hacerlo. Los mejores resultados
se obtienen cuando el paradigma de la liquidez permanente está grabado en el
cerebro desde que estamos pequeños. Entonces no se requerirá mucho esfuerzo
para mantenerse siempre solvente.
Es importante que los
padres tratemos de sembrar el paradigma de la liquidez permanente en nuestros
hijos desde la primera etapa. Incentivarlos para que no gasten toda la mesada
al recibirla, sino que la administren de forma tal que cuando les llegue, aún
tengan un remanente de la anterior. Ellos poco a poco irán sintiendo la
seguridad que genera el saberse siempre con dinero, lo cual progresivamente se
irá transformando en un paradigma que repercutirá positivamente en sus finanzas personales futuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario