¿Qué es un paradigma?
La palabra "paradigma" tiene
varias acepciones. Para los efectos de este libro utilizaremos la más popular
desde el punto de vista del comportamiento humano. En este sentido, los
paradigmas son nuestras creencias, nuestras verdades, o las cosas que siempre
hemos aceptado como ciertas, y sobre las cuales basamos nuestras acciones.
¿Qué puede hacerse en el aspecto
financiero durante la primera etapa?
¡Mucho! Es obvio que el niño que
crezca con los paradigmas financieros adecuados tendrá mayores posibilidades de
convertirse en un auto-privilegiado. Por supuesto, los padres son los
encargados de sembrar en el cerebro de sus hijos esos paradigmas. El primer
aspecto que deben considerar es el de la independencia financiera temprana. El
auto-privilegiado deberá crecer con ese objetivo en mente. Para enfatizar la
importancia de que el candidato se haga
responsable de sí mismo lo antes posible
en la vida, me dirigiré a él… o a ella.
Este mensaje va destinado al potencial
auto-privilegiado que aún se encuentra en la primera etapa, desde el vientre de
la madre hasta la juventud. Lo recibirá a través de sus padres.
Así que me dirijo a ti, mi muy joven
amigo/a. Serán tus padres quienes lean por ti, absorban las recomendaciones que
ofrece este texto y las pongan en práctica pensando en tu beneficio. Ellos
serán los responsables de iniciarte en tu educación financiera y de inculcar en
ti la cultura y los paradigmas que van a tener una marcada influencia sobre tus
actos durante toda tu vida. Necesitas que éstos sean adecuados y que te
enrumben en la dirección correcta desde el principio. Probablemente desde la sabiduría
de tu inconsciente ya intuyas la importancia de muchos de los temas que vamos a
tratar, y la trascendencia que tienen para ti.
¿Qué planificación básica financiera
se requiere durante la primera etapa?
No se espera que tú fijes tus
objetivos financieros; en principio éstos deberán ser establecidos por tus
padres hasta que crezcas y tomes el control de tu propia vida. Ésta es una
etapa de dependencia, durante la cual tu participación en los asuntos
económicos de la familia se limita
al área de los egresos inconscientes.
Tú sabes lo que quieres, y ¡lo quieres ya!, sin importar si tus padres tienen o
no los recursos para proveértelo. Algunos progenitores posiblemente no saben
que, independientemente de sus recursos, deben enseñarte la virtud de la recompensa
futura. Otros sí lo saben pero, para evitarse tus berrinches, eligen no darte
esa lección. Daniel Goleman en su libro “La Inteligencia Emocional” nos cuenta
sobre un experimento muy interesante realizado por el psicólogo Walter Michel
en un jardín de infantes de la Universidad de Stanford. Una persona
propone a un niño obsequiarle dos bombones, pero debe esperar a que termine la
tarea que está realizando.
Veamos el relato original:
La prueba del Bombón
“Imagínese que tiene cuatro años y
alguien le hace la siguiente proposición: si espera a que esa persona termine
la tarea que está haciendo, podrá recibir dos bombones de obsequio. Si no puede
esperar sólo recibirá uno, pero podrá recibirlo de inmediato. Éste es un
desafío que, sin duda, pone a prueba el alma de cualquier criatura de cuatro
años, un microcosmos de la eterna batalla que existe entre el impulso y la
restricción, el yo y el ego, el deseo y el autocontrol, la gratificación y la
postergación. La elección que hace el niño constituye una prueba reveladora;
ofrece una rápida interpretación no sólo del carácter, sino también de la trayectoria
que probablemente seguirá a lo largo de la vida”. “El estudio siguió la
trayectoria de los niños hasta que terminaron la escuela secundaria… La
diferencia emocional y social entre los niños que se apoderaron del bombón y
sus compañeros que demoraron la gratificación fue notable. Los que habían
resistido la tentación a los cuatro años, como adolescentes eran más competentes
en el plano social: personalmente eficaces, seguros de sí mismos, y más capaces
de enfrentarse a las frustraciones de la vida… aceptaban desafíos y procuraban
resolverlos en lugar de renunciar… confiaban en sí mismos y eran confiables; tomaban
iniciativas y se comprometían en proyectos. Y más de una década después aún
eran capaces de postergar la gratificación para lograr sus objetivos” “La
capacidad de retrasar el impulso es la base de una serie de esfuerzos, desde
comenzar una dieta hasta obtener el título de médico” Transmíteles a tus padres la importancia
de que te enseñen y te ayuden a practicar la virtud de la recompensa futura.
La paciencia y la persistencia te serán muy útiles en la vida. Saber
sembrar, cultivar y cuidar del fruto, para consumirlo cuando esté maduro, es
una cualidad inapreciable que te ayudará en tu ruta hacia el éxito. Pídeles,
además, que desde temprana edad te enseñen el valor del dinero y los
conceptos básicos de su administración. En la medida en que vas
creciendo y adquiriendo conciencia debes ir comprendiendo un principio
básico de economía con el cual todos tenemos que vivir:
“Contamos con recursos limitados para
satisfacer necesidades ilimitadas”.
Tus padres tratarán de prepararte para
el futuro brindándote la oportunidad de adquirir algunas habilidades
adicionales a tu educación regular: cursos de idiomas, piano, ballet, gimnasia,
tenis, fútbol, béisbol, etc. Disciplinas que eventualmente te pueden ayudar en
situaciones específicas. Pero, usualmente, se olvidan de un área importante con
la cual vas a tener que ver durante toda tu vida: la administración del dinero.
Bien que vayan a gustarte las finanzas, o no, ¡vas a tener que lidiar con
ellas! Insísteles a tus padres que, tan pronto lo crean conveniente, empiecen a
involucrarte en los asuntos financieros del hogar. Que cuando te digan que “el
dinero no crece en los árboles”, te expliquen el significado de la frase.
Solicítales que no te den tu mesada sin que simultáneamente te enseñen a
administrarla. Que no te digan ellos ni dejen que otros te manipulen con el
cuento de que la pobreza es buena y de que los ricos no van al cielo. Como te
habrás dado cuenta, hay mucho que aprender y que asimilar con respecto a la Planificación
Financiera Personal durante el período. No lo olvides, es una etapa importante.
Los conceptos que adquieras en tu hogar, en tu escuela, y en general en todo tu
entorno, van a ser definitivos en tu vida financiera. Son los paradigmas con
los que tendrás que defenderte en el futuro. Al final de esta etapa, a los 18
años, ya deberás haber terminado tu educación secundaria y estarás iniciándote
en una profesión, bien sea realizando estudios en la universidad, haciendo una
carrera técnica o aprendiendo un oficio que va a permitirte lograr tu
independencia económica.
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