sábado, 2 de julio de 2016

El origen de los paradigmas financieros- Extractos del Libro “Finanzas para papá”


¿Qué es un paradigma?
La palabra "paradigma" tiene varias acepciones. Para los efectos de este libro utilizaremos la más popular desde el punto de vista del comportamiento humano. En este sentido, los paradigmas son nuestras creencias, nuestras verdades, o las cosas que siempre hemos aceptado como ciertas, y sobre las cuales basamos nuestras acciones.

¿Qué puede hacerse en el aspecto financiero durante la primera etapa?
¡Mucho! Es obvio que el niño que crezca con los paradigmas financieros adecuados tendrá mayores posibilidades de convertirse en un auto-privilegiado. Por supuesto, los padres son los encargados de sembrar en el cerebro de sus hijos esos paradigmas. El primer aspecto que deben considerar es el de la independencia financiera temprana. El auto-privilegiado deberá crecer con ese objetivo en mente. Para enfatizar la importancia de que el candidato se haga
responsable de sí mismo lo antes posible en la vida, me dirigiré a él… o a ella.
Este mensaje va destinado al potencial auto-privilegiado que aún se encuentra en la primera etapa, desde el vientre de la madre hasta la juventud. Lo recibirá a través de sus padres.
Así que me dirijo a ti, mi muy joven amigo/a. Serán tus padres quienes lean por ti, absorban las recomendaciones que ofrece este texto y las pongan en práctica pensando en tu beneficio. Ellos serán los responsables de iniciarte en tu educación financiera y de inculcar en ti la cultura y los paradigmas que van a tener una marcada influencia sobre tus actos durante toda tu vida. Necesitas que éstos sean adecuados y que te enrumben en la dirección correcta desde el principio. Probablemente desde la sabiduría de tu inconsciente ya intuyas la importancia de muchos de los temas que vamos a tratar, y la trascendencia que tienen para ti.

¿Qué planificación básica financiera se requiere durante la primera etapa?
No se espera que tú fijes tus objetivos financieros; en principio éstos deberán ser establecidos por tus padres hasta que crezcas y tomes el control de tu propia vida. Ésta es una etapa de dependencia, durante la cual tu participación en los asuntos económicos de la familia se limita
al área de los egresos inconscientes. Tú sabes lo que quieres, y ¡lo quieres ya!, sin importar si tus padres tienen o no los recursos para proveértelo. Algunos progenitores posiblemente no saben que, independientemente de sus recursos, deben enseñarte la virtud de la recompensa futura. Otros sí lo saben pero, para evitarse tus berrinches, eligen no darte esa lección. Daniel Goleman en su libro “La Inteligencia Emocional” nos cuenta sobre un experimento muy interesante realizado por el psicólogo Walter Michel en un jardín de infantes de la Universidad de Stanford. Una persona propone a un niño obsequiarle dos bombones, pero debe esperar a que termine la tarea que está realizando.

Veamos el relato original:

La prueba del Bombón

“Imagínese que tiene cuatro años y alguien le hace la siguiente proposición: si espera a que esa persona termine la tarea que está haciendo, podrá recibir dos bombones de obsequio. Si no puede esperar sólo recibirá uno, pero podrá recibirlo de inmediato. Éste es un desafío que, sin duda, pone a prueba el alma de cualquier criatura de cuatro años, un microcosmos de la eterna batalla que existe entre el impulso y la restricción, el yo y el ego, el deseo y el autocontrol, la gratificación y la postergación. La elección que hace el niño constituye una prueba reveladora; ofrece una rápida interpretación no sólo del carácter, sino también de la trayectoria que probablemente seguirá a lo largo de la vida”. “El estudio siguió la trayectoria de los niños hasta que terminaron la escuela secundaria… La diferencia emocional y social entre los niños que se apoderaron del bombón y sus compañeros que demoraron la gratificación fue notable. Los que habían resistido la tentación a los cuatro años, como adolescentes eran más competentes en el plano social: personalmente eficaces, seguros de sí mismos, y más capaces de enfrentarse a las frustraciones de la vida… aceptaban desafíos y procuraban resolverlos en lugar de renunciar… confiaban en sí mismos y eran confiables; tomaban iniciativas y se comprometían en proyectos. Y más de una década después aún eran capaces de postergar la gratificación para lograr sus objetivos” “La capacidad de retrasar el impulso es la base de una serie de esfuerzos, desde comenzar una dieta hasta obtener el título de médico” Transmíteles a tus padres la importancia de que te enseñen y te ayuden a practicar la virtud de la recompensa futura. La paciencia y la persistencia te serán muy útiles en la vida. Saber sembrar, cultivar y cuidar del fruto, para consumirlo cuando esté maduro, es una cualidad inapreciable que te ayudará en tu ruta hacia el éxito. Pídeles, además, que desde temprana edad te enseñen el valor del dinero y los conceptos básicos de su administración. En la medida en que vas creciendo y adquiriendo conciencia debes ir comprendiendo un principio básico de economía con el cual todos tenemos que vivir:

“Contamos con recursos limitados para satisfacer necesidades ilimitadas”.


Tus padres tratarán de prepararte para el futuro brindándote la oportunidad de adquirir algunas habilidades adicionales a tu educación regular: cursos de idiomas, piano, ballet, gimnasia, tenis, fútbol, béisbol, etc. Disciplinas que eventualmente te pueden ayudar en situaciones específicas. Pero, usualmente, se olvidan de un área importante con la cual vas a tener que ver durante toda tu vida: la administración del dinero. Bien que vayan a gustarte las finanzas, o no, ¡vas a tener que lidiar con ellas! Insísteles a tus padres que, tan pronto lo crean conveniente, empiecen a involucrarte en los asuntos financieros del hogar. Que cuando te digan que “el dinero no crece en los árboles”, te expliquen el significado de la frase. Solicítales que no te den tu mesada sin que simultáneamente te enseñen a administrarla. Que no te digan ellos ni dejen que otros te manipulen con el cuento de que la pobreza es buena y de que los ricos no van al cielo. Como te habrás dado cuenta, hay mucho que aprender y que asimilar con respecto a la Planificación Financiera Personal durante el período. No lo olvides, es una etapa importante. Los conceptos que adquieras en tu hogar, en tu escuela, y en general en todo tu entorno, van a ser definitivos en tu vida financiera. Son los paradigmas con los que tendrás que defenderte en el futuro. Al final de esta etapa, a los 18 años, ya deberás haber terminado tu educación secundaria y estarás iniciándote en una profesión, bien sea realizando estudios en la universidad, haciendo una carrera técnica o aprendiendo un oficio que va a permitirte lograr tu independencia económica.

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