El RIESGO es el primer factor que debe
tomarse en cuenta al evaluar una inversión, trátese del mercado financiero o de
un negocio industrial o comercial. Si el análisis de riesgo indica que éste es
demasiado alto para tu situación particular, desecha la oportunidad. No importa
cuán prometedora parezca. Simplemente no es para ti. Si ves que puedes asumir el
riesgo, entonces sigue adelante y calcula el rendimiento potencial y los demás
factores relacionados.
¿Qué aspectos del riesgo deben
considerarse antes de hacer una inversión financiera?
Hay tres facetas que debes considerar
al analizar el riesgo de una inversión financiera:
• Tu propia capacidad para asumirlo
• Los riesgos inherentes a los
componentes del portafolio
• El riesgo promedio del portafolio
En ese orden. Debes, primero que todo,
evaluar tu propia capacidad para asumir el riesgo. Una vez conocida, entonces ya
puedes empezar a buscar inversiones que se adapten a tu nivel de tolerancia al
mismo. Por último, debes tomar en cuenta el riesgo promedio de tu portafolio.
¿En que consiste la capacidad
individual para asumir el riesgo?
El concepto es relativo; una inversión
que es manejable para ti, puede ser de altísimo riesgo para tu vecino. Veámoslo
con un ejemplo. Tanto tú como tu vecino se enteran de una emisión de acciones
que hará una nueva compañía que ha inventado la píldora de la eterna juventud.
Los rumores son que los inversionistas que participen obtendrán el mil por ciento
de utilidad. Los dos están interesados en comprar, pero saben que los mercados
de valores son impredecibles. ¡Podrían perder parte de su dinero en esta
aventura! La inversión mínima es de $10.000. Tú eres soltero, ganas un
excelente salario, tienes tu propio apartamento y no te aquejan grandes compromisos.
Ah… además tienes $30.000 en una cuenta de ahorros. Por el contrario, tu vecino
es casado, con cuatro hijos entre los dos y los ocho años; su ingreso
escasamente le alcanza para cubrir los gastos familiares. A duras penas ha logrado
ahorrar $10.000, que están destinados para la cuota inicial del apartamento que
ha deseado por mucho tiempo. -¿Dirías que el riesgo es igual para los dos?...
¿Verdad que no? En la próxima etapa, cuando
estudiemos la parte de las estrategias de inversión, veremos mediante un método
muy sencillo, cómo puedes medir tu tolerancia al riesgo.
¿Cuáles son los principales riesgos de
los componentes de un portafolio de inversión?
En la composición de un portafolio de
inversión entran diferentes tipos de activos o instrumentos financieros (certificados
de depósito, bonos, acciones, fondos mutuales, etc.), los cuales están respaldados
por diferentes gobiernos o corporaciones empresariales. Cada uno de éstos
representa una oportunidad para ganar dinero, pero también riesgos de perderlo.
Estos últimos son variados, como se puede ver en la siguiente lista:
- Riesgo comercial
- Riesgo de mercado
- Riesgo de cambio en las tasas de
interés
- Riesgo de inflación
- Riesgo de liquidez
- Riesgo cambiario
- Riesgo político
- Riesgo de pagar costos excesivos por
la inversión
- Riesgo de penalización por retiro
temprano
¿Cómo puede manejarse el riesgo
comercial?
Está relacionado con las posibilidades
de éxito o fracaso del negocio como tal. Es el tipo de riesgo que afecta a cada
empresa en particular. Tiene que ver con la naturaleza del negocio, los costos, las ventas, el
manejo financiero y, en fin, la administración en general. ¿Cómo manejarlo?
Diversificando. No coloques tu dinero en un solo lugar, empresa, industria o
sector de la economía. En este punto debes ceñirte a lo que seguramente habrás
oído alguna vez:
“Nunca deben colocarse todos los
huevos en una sola canasta”.
La forma más sencilla de diversificar
es a través de los fondos mutuales. Cada uno de éstos está diversificado y, además,
cuenta con especialistas que se ocupan de evaluar las potenciales amenazas de
las entidades que emiten las acciones, bonos individuales y demás componentes
del fondo. Pero… los fondos tienen sus propios riesgos, como veremos más
adelante.
¿Cómo puede manejarse el riesgo del
mercado?
Se refiere a la fluctuación de los
precios de los mercados como un todo. Si el ambiente general de negocios se
presenta propicio, el valor de la gran mayoría de las acciones sube y tu inversión
en las mismas crece. Pero si se muestra negativo, los precios caen simultáneamente,
arrastrando en la caída tu inversión en acciones. ¿Cómo manejarlo? Si bien los
textos de economía llaman a este riesgo no diversificable, en cierto sentido sí
se puede diversificar, a nivel de portafolio. Para lograrlo deberás incluir en
tu cartera: a) instrumentos de renta fija, b) acciones de empresas que tengan
relación inversa, es decir que cuando los precios de las acciones de una suban,
los de la otra bajen (el ejemplo típico es el de una empresa petrolera y una
empresa de aviación) y c) activos financieros de mercados internacionales que
eventualmente se comporten en forma opuesta al mercado en el cual inviertes
tradicionalmente.
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